Desde los años cincuenta cuando Marbella llamó la atención de los famosos del mundo por primera vez, el enclave de lujo en la Costa del Sol ha sido sinónimo de glamor. Sin embargo, mientras algunas celebrities cortejan los paparazzi y disfrutan de su momento en el centro de todas las miradas, otras buscan huir de ellos. Así fue con una de las actrices más famosas de los años cincuenta, Deborah Kerr que encontró su refugio particular en Río Real en Marbella.

Un oasis de tranquilidad

Como bien lo sabe cualquier visitante asiduo a Marbella, la ciudad se encuentra entre los más ajetreados de Europa durante el verano. Sin embargo, dentro de este hervidero de actividad, hay islas de calma donde las celebrities pueden relajarse con tranquilidad y disfrutar de una anonimidad relativa.

Río Real en Marbella es uno de estos lugares. Ubicado muy cerca de la ciudad, este enclave sosegado tiene una situación en primera línea de playa, vistas a las montañas y esa particularidad tan difícil de encontrar: la tranquilidad. Deborah Kerr llegó a Río Real en búsqueda de esa serenidad y se quedó allí durante 35 años.

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Lejos de los mirones

La escocesa Kerr disfrutó del éxito sobre los escenarios a una edad muy temprana y rápidamente pasó a la gran pantalla. Su ascenso hacia la fama fue meteórico y fue la estrella de películas emblemáticas como El Rey y Yo, De Aquí a la Eternidad y Tú y Yo. Compartió el protagonismo con unos de los actores más célebres de Hollywood.

Se puede ver la medida de su éxito en las seis nominaciones que recibió para el Oscar para Mejor Actriz. Sin embargo, nunca se lo dieron, aunque Hollywood reconoció su gran talento en 1994 cuando recibió el Oscar Honorífico.

La fama y el éxito vinieron, no obstante, con un precio alto y Kerr no soportaba la vida de Hollywood. La “actriz de elegancia y belleza impecables” se puso entonces a buscar un refugio de los paparazzi que encontró en Río Real en Marbella.

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Tranquilidad absoluta

Kerr con su segundo marido, Peter Viertel, se mudó a Río Real en Marbella en el 1972. Viertel ya conocía la ciudad de sobra. El guionista de Hollywood fue un visitante asiduo durante los años cincuenta y sesenta y se le atribuye haber introducido el surf en Europa en 1956.

La pareja encontró la tranquilidad tan deseada en Río Real y se quedó en la zona durante 35 años. Como reconocimiento al talento de Kerr, Marbella tiene una calle en su nombre. Encontrarás la Calle Deborah Kerr donde tiene que estar – en la entrada de Río Real.

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